Conciencia de uno mismo
Identificar nuestras reacciones emocionales básicas ante las distintas situaciones de la vida nos permite establecer mecanismos para controlar los efectos de las mismas sobre nuestra conducta. Saber que aquello que sentimos es coherente con la situación que estamos viviendo nos ayuda no sólo a aceptarnos sino también a auto estimarnos. Este conocimiento sobre nuestras emociones y la validez de las mismas nos permite movernos por el mundo con un elevado nivel de confianza en nuestras capacidades y una adecuada percepción de nuestros límites.
Sabes perfectamente qué valores y objetivos te mueven en esta vida. Identificas tus emociones y sabes por qué las tienes.
Reconoces perfectamente cuáles son tus puntos fuertes y cuáles tus debilidades.
Tienes confianza en tí; sabes exponer tus opiniones y defender aquello que consideras correcto, a pesar de lo impopular que resulte.
Autorregulación
A lo largo de la vida se presentan situaciones que nos pueden llegar a desbordar, bien por novedosas o por intensas. Nuestra capacidad para responder a ellas está directamente relacionada con nuestra habilidad para manejar adecuadamente las emociones y los impulsos conflictivos, siendo flexibles para afrontar los cambios, sintiéndonos cómodos y abiertos ante las nuevas ideas, asumiendo la responsabilidad sobre nuestras actuaciones y siendo fieles a un criterio interno de sinceridad e integridad.
No te dejas influenciar por el entorno de forma que llegue a desbordarte. Ante situaciones estresantes mantienes la compostura y piensas con claridad.
Admites tus propios errores antes de señalar los de los demás; la honradez te caracteriza.
Cumples tus promesas, afrontas tus compromisos decididamente: eres lo que se llama una persona responsable.
Eres flexible: sabes adaptarte a los cambios en tu entorno.
No te quedas con lo primero que sale: buscas nuevas ideas y le das nuevos enfoques a los problemas.
Motivación
En el día a día, las empresas se enfrentan a nuevos retos y a un entorno cada vez más cambiante. Por eso, buscan personas resolutivas, que sepan dar respuesta a los problemas, no que los generen. Es necesario, pues, saber hacer frente al cambio, creciendo ante las adversidades, marcando el paso sin esperar a que nos señalen el camino. Si ésto lo haces desde un comportamiento responsable e íntegro con respecto a tus principios y los principios de la empresa, tus posibilidades de éxito serán enormes.
Te gusta marcarte objetivos y luchar por ellos. No te satisfacen las cosas fácilmente, sobre todo cuando son mejorables.
Te implicas con el grupo en el que estás, priorizando los objetivos plurales a los particulares.
No sólo estás dispuesto a aprovechar las oportunidades; las buscas.
No te rindes ante las adversidades; las piedras son parte del camino.
Empatía
A la hora de relacionarnos con los demás, debemos ser capaces de responder rápidamente a aquello que -tanto nuestros compañeros de trabajo como, sobre todo, las personas para las que trabajamos- nos reclaman; comprender a los demás, dándonos cuenta de sus sentimientos y necesidades, es el primer paso para llegar a satisfacer adecuadamente las necesidades que otros nos plantean. Además, a la hora de tratar con un grupo de personas, nos resultará de gran ayuda saber las relaciones que se dan entre ellas y que afectan al desarrollo de dicho grupo. Tener la mente abierta a otras opiniones, entendiendo y respetando aquello que diferentes personas nos puedan brindar es un valor preciado; aprovecharemos de este modo lo bueno que otros nos puedan aportar.
Sabes prestar atención a los demás; de otra manera, no llegarías a ayudarles porque no podrías comprenderlos.
Sabes reconocer y recompensar, en la medida en la que puedes, los logros de los demás, animándoles en su empeño.
Sueles reconocer las necesidades de los demás y actúas desinteresadamente y con prontitud para satisfacerlas
No sólo admites la diversidad: consideras positivo compartir tus ideas con quienes piensan distinto a ti; os beneficiáis mútuamente.
Eres consciente de las relaciones entre las personas, de la dirección en la que unas influyen en otras y el sentido en el que lo hacen.
Habilidades sociales
Tus habilidades sociales son fundamentales de forma que puedas participar plenamente en cuantas actividades desarrolles con tus compañeros de trabajo. De este modo, podrás promover cambios y resolver problemas, cooperar con tus compañeros y desarrollar habilidades en tu equipo de forma que se consigan las metas propuestas; y podrás comunicarte de una forma clara, defendiendo tus posturas limpiamente y liderando actividades cuando sea preciso.
Cuando des tus opiniones no te vayas por las ramas y céntrate en lo más sobresaliente; estate atento a las expresiones de las personas con las que estés para saber cómo valoran tus acciones o intervenciones.
Aborda los problemas de forma abierta; cuanto más claro hables, más claro te entenderán. Escucha lo que los demás dicen.
Eres diplomático; tienes tacto de forma que sales airoso de situaciones tensas o al tratar con personas difíciles.
Estimula el entusiasmo en otros haciéndoles partícipes de los objetivos y planteándoles perspectivas para abordarlos; predica con el ejemplo.
No temes los cambios; es más, los promueves
Te preocupas por mantener vivas tus relaciones personales porque desarrollan tus contactos sociales.
Buscas y aprovechas oportunidades de colaborar con otras personas; pones tu empeño en crear un clima de amistad y cooperación.
Te gusta hacer cosas en grupo, fomentando el respeto y la cooperación entre sus miembros.